viernes, 7 de noviembre de 2014

Menstruación, Yoga y Energía Vital

Practicar asanas, escuchar y seguir tu intuición
 ¿Puedo practicar asanas (posturas de yoga) cuando estoy menstruando? He encontrado varias respuestas a esta pregunta. En la mayoría de las clases de yoga no se da ninguna advertencia especial y todas las alumnas siguen la secuencia que propone la profesora sin restricciones. 
 Sin embargo, en la corriente de Kaula Yoga (tantra yoga tradicional) directamente se recomienda no practicar ninguna asana, tampoco pranayama (respiración) o bandas (trabajo con los diafragmas) porque durante la menstruación ocurre un gran movimiento de prana (energía vital). Se dice “descansa y recibe buenos masajes”. 
 También en Hatha y Kundalini Yoga, dependiendo del maestro que nos guíe, encontramos una recomendación: evitar posturas de inversión, es decir, posturas en la que la pelvis se eleva por encima del tronco, como en  Sarvangasana (la postura sobre los hombros) para prevenir el reflujo hacia las trompas de Falopio.

 Es bien cierto que la menstruación trae cambios a nuestros cuerpos físico, sutil y energético, especialmente si nuestro ciclo es natural y no reproducido ficticiamente por medicamentos anticonceptivos. En lo físico la descamación del endometrio, presión arterial más baja, cambios en el ritmo intestinal o enlentencimiento de las ondas cerebrales, son cambios que nos piden una adaptación de la actividad física, de la temperatura o de la alimentación. Los días de menstruación nos permiten sentir la potente transformación de nuestro Ser, más allá del cuerpo tangible. La muerte y la oscuridad transitan hacia la luz y la nueva fertilidad, como un poderoso canal cíclico para que la Energía Vital retome su capacidad de encarnar la creación, dejando atrás todo lo que no es presente.

 En Bali, donde la espiritualidad es parte activa del día a día de sus habitantes, no se puede acceder a los templos (Hinduistas y con fuertes raíces yógicas) cuando se menstrúa, ni siquiera a los templos o altares que las familias tienen en sus casas. Las ofrendas, expresión de rezo, son realizadas por la mujer de la casa, pero durante unos días verás a la abuela llevando el incienso, las flores y el arroz para honrar a los Dioses. En este lugar del mundo el motivo aceptado es la impureza, de la misma forma que en India te quitas los zapatos al entrar en el templo o en casa para no ofender a los Dioses. 

 El concepto de impureza y menstruación atrae largo discurso antipatriarcal, pero no es lo que me inspira hoy. El concepto de impureza, para los buscadores espirituales (seekers) trasciende lo político. Se trata de estar lo suficientemente “limpio” (vacío de ego, apegos y tóxicos) para poder recibir y encarnar la Unidad, para fluir plenamente con nuestra Energía Vital.

 La menstruación representa el proceso de autopurificación. La receptividad sutil a lo espiritual se incrementa, como un canal que drena directamente en la Tierra. Razón por la cual, si menstrúas, no podrías participar en un sweatlodge en Canadá (ritual con fuego y piedras calientes, similar a la Temascal en Sudamérica).


 Desde la ciencia médica se podría apoyar la restricción de practicar asanas con inversión de la vertical. Se cree que uno de los motivos de la endometriosis (patología que causa dismenorrea y otros trastornos genitourinarios) puede ser la implantación de tejido endometrial fuera de la cavidad uterina. Como si al invertir la posición del útero el tejido menstrual pudiera atravesar los diminutos orificios de las trompas de falopio, e instalarse en éstas o en la cavidad uterina. 

  No hay duda, la menstruación nos mueve y remueve, nos hace latir, a veces nos trae dolor (dismenorrea) invitándonos a respirar y expandirnos, soltar el control y fluir con la contracción. Nos regala una nueva oportunidad de escuchar a nuestro cuerpo, a nuestro Ser, con diáfana claridad.  

  Practiques el tipo de Yoga que practiques, lo más importante es la escucha espontánea. Cada ciclo es diferente, tu energía vital requiere distintos reequilibrios cada día, tu cuerpo te hablará y te dirá si prefiere comer o ayunar, dormir o pasear, hacer sarvangasana o tomar un masaje. Escucha en silencio, siente tu verdad y síguela. La intuición es el camino de la Salud y la Unidad.